El exceso o déficit de saliva. Qué consecuencias pueden producir.

4 abril 2022 | en Fonema., Logopedia

El babeo excesivo puede producirse por diferentes motivos. Podríamos estar hablando de una alteración neurológica (ELA, EM, Párkinson, daño cerebral) o por un acúmulo de saliva que no puede tragarse y desemboca en la precipitación por la boca. En cualquier caso, el logopeda es el profesional que podrá trabajar esta alteración.

La saliva es uno de los componentes que produce nuestro cuerpo de manera continua. Gracias a las glándulas salivales que se encuentran en nuestra boca (parótidas, submaxilares y sublinguales), se genera más de un litro diario. Su composición se basa en más de un 90% de agua, junto con otros componentes como enzimas, electrolitos, hormonas y proteínas entre otros. La producción de saliva diaria puede llegar a ser hasta de un litro o litro y medio.

La saliva juega un papel fundamental en nuestra vida. Presenta multitud de funciones indispensables en las personas, como es la lubricación oral y la protección de nuestras piezas dentarias, además de una gran función antibacteriana (aunque nunca debemos dejar de lado la higiene bucal diaria). Pero uno de los factores más importantes de la salida es su necesidad para formar el bolo alimenticio. Cuando introducimos alimentos en nuestra boca, es necesario que se mezcle con la saliva para crear ese bolo y poder tragar con facilidad, además de que sus enzimas ayudan a ir desintegrando los nutrientes del alimento.

Pero qué pasa cuando tenemos un déficit o exceso de saliva. Esto puede acarrear consecuencias en nuestro organismo, las cuales son necesarias de explicar.

La xerostomía (o «boca seca») es el déficit de producción de saliva que tienen que realizar las glándulas salivales. Las personas que lo padecen explican que tienen la sensación de tener la boca pegajosa y una saliva espesa, además de tener problemas para comer y hablar, pues no se realiza correctamente el bolo alimenticio y el interior de la boca se muestra seca. Esta falta de saliva puede producir alteraciones dentarias e incluso infecciones, ya que la saliva también juega un papel importante en el cuidado dental.

Algunas de las causas por las que se produce esta alteración es por el tratamiento de radioterapia y quimioterapia, las cuales producen una alteración en el funcionamiento correcto de las glándulas. Esto suele desaparecer a las dos semanas del tratamiento, aunque algunas veces puede quedar de por vida. También algunos medicamentos como los diuréticos o los antidepresivos, suelen alterar la producción de saliva.

En estos casos, la necesidad de hidratarse por vía oral y la higiene bucal, son muy necesarias para evitar posibles infecciones y problemas bucodentales. Tanto el profesional de la odontología como el logopeda pueden ayudar a mejorar estas alteraciones.

De manera antagonista, nos encontramos con la sialorrea. Esta se manifiesta como la producción excesiva de saliva por parte de las glándulas, llegando a producir un babeo excesivo.

Las personas con alteraciones motoras, como ELA, Parkinson, PCI, tienden a tener problemas para deglutir la saliva, ocasionando un acúmulo de saliva en la zona oral y su precipitación por la boca.

Es muy importante diferenciar entre sialorrea y babeo excesivo, ya que ese babeo no tiene por qué ser por un exceso de producción, sino por alteraciones en el control oral, puesto que al tener problemas musculares tanto de cierre labial como de alteraciones de tono y movimiento de los órganos bucofaciales, y de problemas de deglución, se produce esta precipitación.

En estos casos, el papel del logopeda es fundamental para mejorar las alteraciones de este tipo. La terapia miofuncional puede contrarrestar las dificultades que se presenten en diferentes enfermedades.

En Fonema, contamos con especialistas de la logopedia y la terapia ocupacional, que realizarán un correcto tratamiento para las distintas dificultades. No dudéis en poneros en contacto con nosotros https://www.logopediafonema.com/contacto/