La tartamudez o disfemia. Un trastorno de la comunicación, no una enfermedad.
23 enero 2023 | en Fonema., Logopedia, Psicología
La tartamudez o disfemia es un trastorno de la comunicación que afecta en diferentes etapas de la vida. Hay que dejar claro que no es una enfermedad, sino una alteración en el habla que puede ser tratada por especialistas de la logopedia. Os dejamos más información.
La tartamudez o disfemia (también llamado espasmofemia o disfluencia del habla) es un trastorno de la comunicación que afecta al habla, produciendose interrupciones involuntarias en la cadena hablada, acompañadas muchas veces de tensión muscular en cara y cuello, lo que acaba afectando a la inteligibilidad del habla para los receptores en la conversación, y a sí mismos por el hecho de que no les entiendan.
La tartamudez ha sido estudiada a lo largo de muchos años. Ya en la Antigua Grecia, oradores y filósofos como Demóstenes y Aristóteles expresaron sus pensamientos sobre ello. Grandes psicólogos como Freud, Coriat y Orton, describían esta alteración por diferentes motivos (defecto auditivo, psiconeurosis…). En la actualidad, no hay un origen que explique perfectamente el porqué de esta alteración.
Los criterios para diagnosticar la disfemia (DSM V) son los siguientes:
- Alteraciones de la fluidez y la organización temporal normales del habla que son inadecuadas para la edad del individuo y las habilidades de lenguaje, persisten con el tiempo y se caracterizan por la aparición frecuente y notable de uno (o más) de los siguientes factores:
- Repetición de sonidos y sílabas.
- Prolongación de sonido de consonantes y vocales.
- Palabras fragmentadas (p. ej., pausas en medio de una palabra).
- Bloqueo audible o silencios (pausas en el habla, llenas o vacías).
- Circunloquios (sustitución de palabras para evitar palabras problemáticas).
- Palabras producidas con exceso de tensión física.
- Repetición de palabras completas monosilábicas (p. ej., “Yo-Yo-Yo-Yo lo veo”).
- La alteración causa ansiedad al hablar o limitaciones en la comunicación eficaz, la participación social, el rendimiento académico o laboral de forma individual o en cualquier combinación.
- El inicio de los síntomas se produce en las primeras fases del período de desarrollo.
Es interesante destacar que existen dos tipos de tartamudez, diferenciados en las distintas etapas de la vida:
- Tartamudez evolutiva: se centra entre los 2 y 6 años, durante el periodo de adquisición del lenguaje. Suele ser frecuente que los niños presenten alteraciones en su desarrollo. Normalmente suele ser pasajero, pero no se debe dejar de acudir a un profesional de la logopedia para dar pautas a la familia.
- Tartamudez clínica: A partir de los 6 años, cuando el niño ha pasado la etapa evolutiva, y esa tartamudez se ha afianzado en el tiempo, llegando a adulto. Es necesario realizar una intervención logopédica para minimizar el impacto de su habla, usar técnicas para ello, y atender los problemas psicológicos que pueda acarrear (timidez extrema, mutismo, no socialización, etc)
Vemos muy necesario recalcar que la tartamudez no es una enfermedad, por lo que no hay cura. Lo que sí se puede y se realiza es una intervención logopédica para dar pautas y aprender a controlar ese habla. Muchas veces, también es necesario que la psicología forme parte del tratamiento, para mejorar la autoestima de la persona y la capacidad de enfrentarse ante momentos tensos.
En este enlace podéis encontrar más información sobre ello: https://www.fundacionttm.org/la-tartamudez/
Os recordamos que en Fonema contamos con especialistas de la logopedia y la psicología para tratar estas alteraciones.