Prognatia y retrognatia. Alteraciones en la mandíbula.
26 mayo 2025 | en Fisioterapia, Logopedia
El crecimiento de la mandíbula de manera incorrecta puede producir dificultades en muchos aspectos, no solo en la estética. Os explicamos más en este post.

El crecimiento craneofacial es un proceso que comienza en la vida intrauterina hasta que el individuo alcanza su madurez. A pesar de que se ha buscado establecer un consenso respecto a las teorías que explican como ocurre este proceso, no se ha logrado establecer una hipótesis aceptada y validada por toda la comunidad científica (Christian Fernando Yánez-Zurita1 , Jéssica Bacuilima-Chimbo 1. 2021)
La cara comprende el desarrollo del sistema estomatognáticofacial (sistema: conjunto de órganos que intervienen en alguna de las principales funciones vegetativas; estoma: boca; gnatico: perteneciente a los maxilares; facial: cara), que es derivado de los arcos faríngeos y del proceso frontonasal. Proviene de hueso formado intramembranosamente con origen de células de la cresta neural; es también conocido como esplacnocráneo o viscerocráneo. Este sistema contiene la musculatura oromasticatoria y facial, los huesos maxilares, mandibulares, nasales, orbitales, malares y frontales. La clásica visión unitaria del crecimiento mandibular de Weinmann and Sicher muestra al cóndilo como un centro de crecimiento primario bajo controles genéticos intrínsecos, los cuales gobiernan no solamente el crecimiento total de la mandíbula sino que también la desplaza hacia delante y abajo, regulando la relación anteroposterior del maxilar y la mandíbula ( C Infante Contreras).
Tras el nacimiento y el desarrollo del bebé, se producen hábitos tanto en la alimentación como en el crecimiento y posicionamiento del cuerpo y la cabeza, que van a modular que el maxilar inferior vaya creciendo y amoldando de manera correcta. El uso de chupete, la alimentación por lactancia materna, los biberones, el paso acuchara, etc. son etapas que van produciéndose y cambiando. Pero debemos tener en cuenta que hay hábitos que conllevan que el crecimiento de la mandíbula (a parte de la carga genética) produzcan malformaciones, como el uso prolongado del chupete a más de los 2 años, onicofagia (morderse las uñas), posición baja de la lengua en reposo y /o interposición lingual, entre otros, y que pueden formar el prognatismo y el retrognatismo.
El prognatismo es una condición en la que el maxilar inferior se proyecta hacia adelante, es decir se adelanta fuera de la línea normal de crecimiento. Este adelantamiento de la mandíbula conlleva una alteración en la alineación en la mordida (maloclusión clase III), afectando con ello la masticación y el habla. También en este grupo se integra el pseudo-prognatismo o hipoplasia del maxilar, que refiere a una anomalía del desarrollo presentando deficiencias mayores en el plano vertical.
El retrognatismo se refiere a cuando la mandíbula inferior se encuentra retrasada con respecto al maxilar superior. Al igual que el anterior, se produce una maloclusión dentaria, viéndose además una mandíbula pequeña, junto con alteraciones en la masticación.
Dichas malformaciones pueden haberse producido por herencia, o por malos hábitos. Como hemos mencionado antes, estas alteraciones producen dificultades en el habla y la masticación, además de problemas de apneas (en casos severos), dolor facial, y posibles problemas estéticos.
Aunque muchas veces el tratamiento sea quirúrgico (dependiendo el nivel de alteración ósea), suele ser necesario un tratamiento de Terapia Miofuncional Orofacial para corregir malos hábitos y mejorar la estética y funcionalidad de la mandíbula.