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El Trastorno de Espectro Autista (TEA). Qué es y qué podemos hacer.

14 junio 2021 | en Fonema., Logopedia, Psicología, Terapia Ocupacional

El Trastorno de Espectro Autista (TEA) es un conjunto de alteraciones que abarcan muchas áreas de la persona que lo padece, llevando a una necesidad de multitud de tratamientos para mejorar estas dificultades. En esta entrada explicaremos que es el TEA y cuales son los tratamientos que conlleva.

La mayoría de las personas han oído hablar del autismo en algún momento, ya sea por películas o series de ficción, o porque conocen a alguien que tiene un familiar que lo padece. Muchas veces se crean una idea equivocada sobre ello. Por eso, hemos querido crear esta entrada para dar más información sobre el TEA.

El Trastorno de Espectro Autista es un grupo de alteraciones de origen neurobiológico que afecta al normal funcionamiento del sistema nervioso y cerebral, en la que se ven afectadas varias áreas de la comunicación, la interacción social, el razonamiento y el comportamiento, aunque cabe destacar que también influye en otros aspectos como la alimentación y las actividades de la vida diaria. Gracias a un psiquiatra austriaco llamado Leo Kanner, fue de los pioneros en el estudio del TEA en 1943, diferenciándolo de la esquizofrenia infantil.

No existe una causa definida sobre la etiología del TEA, aunque en la actualidad se refuerza la hipótesis de un posible origen genético, además de factores ambientales como edad de los padres y/o bajo peso de nacimiento. La prevalencia de aparición es de un 1% de la población, afectando a más hombres que mujeres (4:1). La variabilidad de síntomas dependerá de otros factores como inicio de tratamiento, discapacidad intelectual, etc. Estas alteraciones cursan a lo largo de la vida, y su mejoría depende de lo dicho.

En la actualidad, el DSM-V (APA,2013) recoge los criterios diagnósticos del TEA, englobados en el grupo de «Trastornos Generalizados del Desarrollo». A continuación, se exponen esos criterios:

A. Deficiencias persistentes en la comunicación y en la interacción social en diversos contextos, manifestados por lo siguiente, actualmente o por los antecedentes.

A.1Deficiencias en la reciprocidad socioemocional, por ejemplo:

  • Acercamiento social anormal.
  • Fracaso en la conversación normal en ambos sentidos.
  • Disminución en intereses, emociones o afectos compartidos.
  • Fracaso en iniciar o responder a interacciones sociales.

A.2 Deficiencias en las conductas comunicativas no verbales utilizadas en la interacción social, por ejemplo:

  • Comunicación verbal y no verbal poco integrada.
  • Anormalidad en el contacto visual y del lenguaje corporal.
  • Deficiencias en la comprensión y el uso de gestos.
  • Falta total de expresión facial y de comunicación no verbal.

A.3 Déficits en el desarrollo, mantenimiento y comprensión de relaciones, por ejemplo:

  • Dificultad para ajustar el comportamiento a diversos contextos sociales.
  • Dificultades para compartir el juego imaginativo o para hacer amigos.
  • Ausencia de interés por las otras personas.

B. Patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades que se manifiestan en dos o más de los siguientes puntos, actualmente o por los antecedentes (los ejemplos son ilustrativos pero no exhaustivos).

B.1 Movimientos, uso de objetos o habla estereotipada o repetitiva; por ejemplo:

  • Estereotipias motrices simples.
  • Alineación de juguetes.
  • Cambio de lugar de los objetos.
  • Ecolalia.
  • Frases idiosincráticas.

B.2 Insistencia en la monotonía, excesiva inflexibilidad a rutinas, o patrones ritualizados de comportamiento verbal y no verbal, por ejemplo:

  • Elevada angustia ante pequeños cambios.
  • Dificultades con las transiciones.
  • Patrones de pensamiento rígidos.
  • Rituales de saludo.
  • Necesidad de seguir siempre la misma ruta o de comer los mismos alimentos cada día.

B.3 Intereses muy restrictivos y fijos que son anormales en cuanto a su intensidad y focos de interés se refiere, por ejemplo:

  • Fuerte vínculo o elevada preocupación hacia objetos inusuales.
  • Intereses excesivamente circunscritos y perseverantes.

C. Los síntomas del autismo tienen que manifestarse en el periodo de desarrollo temprano. No obstante, pueden no revelarse totalmente hasta que las demandas sociales sobrepasen sus limitadas capacidades. Estos síntomas pueden encontrarse enmascarados por estrategias aprendidas en fases posteriores de la vida.

D. Los síntomas causan deterioro clínico significativo en el área social, laboral o en otras importantes para el funcionamiento habitual.

E. Las alteraciones no se explican mejor por una discapacidad intelectual o por un retraso global del desarrollo.

La Discapacidad Intelectual (DI) y el TEA se encuentran frecuentemente unidas. Para poder realizar un diagnóstico del TEA y de DI con comodidad, la comunicación social debe situarse por debajo de lo esperado a nivel general del desarrollo.

Las personas anteriormente diagnosticadas, según el DSM-IV, de Trastorno Autista, Asperger o trastorno generalizado del desarrollo no especificado, actualmente se les aplicará el diagnóstico del TEA.

Asimismo, las personas con deficiencias notables de la comunicación social, pero que no reúnen criterios para el diagnóstico del TEA, tienen que ser evaluadas para diagnosticar un nuevo trastorno que ha definido el DSM-V denominado “trastorno de la comunicación (pragmático) social”. La diferencia principal con un TEA es que en el trastorno de la comunicación social no se cumple el criterio diagnóstico B, por lo que no se observan patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades…

Y además de los criterios diagnósticos, debe especificar si:

  • Se acompaña o no de discapacidad intelectual.
  • Se acompaña o no de deterioro del lenguaje.
  • Está asociado a una afección médica o genética, o a un factor ambiental conocido.
  • Está asociado a otro trastorno del neurodesarrollo mental o del comportamiento, con catatonia

También debe especificarse el nivel de severidad:

  • Nivel 1: necesita ayuda.
  • Nivel 2: necesita ayuda notable.
  • Nivel 3: necesita ayuda muy notable

Hay que destacar que existen otras alteraciones además de las nombradas en el DSM-V, como la importancia del sueño y la alimentación, ya que son niños muy restrictivos con todos los aspectos de su vida, y este aspecto se observa alterado. En otro post explicaremos las dificultades de alimentación en estas personas.

La necesidad de un diagnóstico temprano, hace que el inicio de los tratamientos sea rápido, y poder mejorar las alteraciones que presenta. Este diagnóstico será llevado a cabo por profesionales de la pediatría, la psicología, la psiquiatría y la neuropsicología. A partir de ello, se comenzará un recorrido de tratamientos con diferentes profesionales como la terapia ocupacional, la logopedia, la psicología, y la escolarización en educación especial y/o inclusiva, dependiendo de las alteraciones que presente.

Es necesario que las personas entiendan que el TEA no es una enfermedad, por lo que estas dificultades estarán presentes a lo largo de toda su vida, por lo que podrán presentar problemas de adaptabilidad en la vida adulta. Creemos que es importante que la población conozca y entienda a estas personas, las cuales deben ser tratadas con dignidad y facilitar el transito de su vida. Os dejamos esta entrevista a personas adultas con TEA https://elpais.com/elpais/2018/03/16/ciencia/1521196163_956929.html

En Fonema, contamos con especialistas de las áreas de trabajo de TEA, desde atención temprana hasta escolarización y vida adulta.

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